Se trata de una estación soterrada, ya que existe una diferencia entre la cota de cabeza de raíl y la rasante del terreno supera los 10 metros, según aparece definido en el Plan Territorial. Los edificios de los intercambiado- res del tren del sur deben ofrecer un funcionamiento como paradas de un itinerario de un viaje, de ida y vuelta, en continuo movimiento. Este tránsi- to por raíles y entre espacios deben cualificarse por sí mismo, indepen- dientemente del trayecto elegido, pero con la vocación de reconocer los paisajes no sólo desde la ven- tana en movimiento, sino también desde los puntos de parada, desde las estaciones en su contacto con el territorio, con la luz y las sombras, el mar, las montañas y lo urbano. Estar abajo (estación) como se propone no supone desconsiderar el arriba; abajo y arriba son dos partes de la misma opción proyectual que se insertan en una sola matriz geométrica, en una concepción que articula la dimensión estática (parada) y el movimiento (en recorrido).